viernes, 6 de junio de 2008

El murciélago desconocido

Era el mes de agosto y me encontraba yo viviendo en esos momentos en Pinar del Río. Mi nieto Guillermito estaba en casa pasando sus vacaciones. Yo había andado y desandado esos montes que conocía desde niño, y siempre que mi nieto pasaba días con nosotros, me acompañaba a todos los lugares pues le encantaba la naturaleza y disfrutaba extraordinariamente cuando yo le enseñaba los nidos de cotorras, de zunzunes, de tomeguines, cuidaba conmigo de los pichones cuando era necesario. Lo mismo caminaba junto a mí por los montes, que recorríamos juntos el valle a caballo. Les diré que yo disfrutaba tanto como él.

Aquí te muestro dos fotos de murciélagos, que aunque no es la especie de la cual habla el Abuelo Andrés en la historia, al menos tendrás una idea de estos animales. Porque claro está, los dibujos no tienen por qué ser exactos.






2 comentarios:

Unknown dijo...

Me encantó tu cuento "El murciélago desconocido", lo encontre de casualidad buscando cierta informacion para un trabajo que debo hacer, pero además quieres saber por que te escribo pues porque soy la nuera de ese conocedor de murciélagos al que haces alusion en tu cuento, es decir de Gilberto Silva Taboada, "El hombre de los murciélagos".

Unknown dijo...

Me encantó tu cuento "El murciélago desconocido", lo encontre de casualidad buscando cierta informacion para un trabajo que debo hacer, pero además quieres saber por que te escribo pues porque soy la nuera de ese conocedor de murciélagos al que haces alusion en tu cuento, es decir de Gilberto Silva Taboada, "El hombre de los murciélagos".